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viernes, 2 de marzo de 2012

PREMIO I CONCURSO DE RELATOS LITERARIOS BREVES

 El pasado sábado 25 de febrero se entregaron en nuestra sede social los galardones del "I CONCURSO DE RELATOS LITERARIOS BREVES DEL CENTRO ASTURIANO DE VALLADOLID".

 La participación en esta primera edición del concurso ha sido escasa pero con relatos de calidad, por lo que esperamos que esto sirva de aliciente para que en las próximas ediciones la participación sea mayor.

  El jurado del concurso, compuesto por Don Luís Carlos Fernández Lobo (vocal de cultura del Centro Asturiano de Valladolid y Catedrático de Literatura) y Don Javier García Cellino (escritor langreano, columnista del diario "La Nueva España" y  colaborador asiduo del Centro Asturiano de Valladolid), decidió que el ganador de esta primera edición fuera Don Francisco Iglesias Fernández, de la Casa de Cantabria en Valladolid, autor del relato "Donde cantan los gorriones". Así mismo, el jurado decidió otorgar un accesit a Don Mauro Rollán, socio del Centro Asturiano de Valladolid, autor del relato "El juramento".

 A continuación presentamos el relato ganador.


DONDE CANTAN LOS GORRIONES
Autor: Francisco Iglesias Fernández
Casa de Cantabria en Valladolid

A Martín Resmas Monteslargos, el Gubia, le habían nacido, como a su padre, como a su abuelo, para carpintero, en un pueblo asturiano de calles estrechas, de perenne verdor, con hórreos para guardar el mijo y la escanda, allá por el mes de los vencejos. Le gestaron, digo, para hacer carretas y ataúdes.

No puedo olvidar, ahora, el día en que falleció mi abuela Asunción. Era jueves, un jueves lluvioso de otoño, frío y anieblado. Acompañé a mi padre que iba a encargarle el féretro. Martín, desde su altura, me miró con aquellos ojos pardos, deslizó su acartonada y vasta mano, como lija de piel áspera, por mi cabeza, y me espetó, con voz saltarina, a trompicones, sin dejar de toser:

-Oye, guaje, cuando se mata el marrano o se muere la abuela, los niños no van a la escuela. ¿Lo sabías?

Nunca lo he borrado de mi memoria.


Olía aquel cuerpo esmirriado, huesudo y ciprés, a tablón de pino, a virutas, a pocas palabras y a blasfemias. Era un hombre de reducidas misas, pocos silabarios, pero corazón enorme. También su aliento despedía hambre, y sus ropas, desnudez. Se pasaba los días con las noches, los calores con las nieblas, de serrucho a martillo, de berbiquí a formón, de garlopa a lija, de regla a escuadra, de lápiz a nivel. Sin levantar cabeza ni mirada, pegado el ojo al madero, el clavo al martillo y el cogote al polvo de la sierra. Transcurrían sus horas de tos en carraspeo, que no dejaba de toser mientras serraba. Y beber agua y engullir aspirinas como hostias, sin confesar.


-¡Coño con la tos! –protestaba y escupía.


Aquellos ansiosos sudores le manaban de la frente de Martín, el Gubia, por el afán de hacer engordar las carnes de su vástago Lino, que no espigaban sus huesos lo suficiente desde aquel sarampión que padeció a los siete años. Por lo demás, pensaba el hombre, un hijo es una hacienda, una hucha, una bendición repleta de noches sin dormir y llantos inoportunos, gloriosos quebrantos, que dan su fruto allá por los septiembres del vivir. Que a Lino, había barruntado el carpintero, le esperaba la futura vida para bebérsela toda de un trago y él su progenitor, lucharía para lograrlo, hacerle un hombre de provecho de los pies a la cigüeña, como los que visten traje y corbata, montan en autos y saben más que los libros de la escuela. Su hijo era su todo. Su escultura viva, su palabra, su orgullo.


La mejor obra de arte que había salido de los sueños prodigiosos de un ebanista como él, presumía.


-¡Mi hijo, mi hijo! –exclamaba feliz.
Era Lino un chaval ingenioso, despierto, vivaz. Un descubridor de nidos y peces, de pájaros y puntería de tirachinas. Nunca fallaba su tino. Yo le tenía envidia. Envidia de aquellos camiones en miniatura que le fabricaba su padre en la carpintería. Hasta de aquel coche de pedales, grande, pintado todo de rojo, con ruedas robustas y campanilla de bomberos. Entre todos lo descacharramos de tanto usarlo, de montarlo tanto, a lo bruto. Aunque eso sí, Lino nos cobraba por disfrutarlo tres regalices. Pero no nos importaba.


-¡Jolín, qué automóvil!


Una tarde de aquellas, cuando íbamos a pájaros y a ranas, Lino me soltó, angustiado:


-Me voy, Chechu.


-¿A dónde te vas, Lino?


-Del pueblo. Mis padres se van y yo con ellos. La carpintería no da ni para vivir. Se ha ido mucha gente ya de aquí. El negocio se acaba y mi padre no puede con la tos y el polvo de la madera. Nos vamos lejos, a la ciudad, en busca de más posibilidades para todos.


-¡No me fastidies, Lino! –exclamé yo contrariado. ¡No me lo puedo creer!


-Sí, nos vamos. Dentro de unos días. Mi padre ha encontrado ocupación en una portería.


Allí, dice, no hay que bregar tanto. Solo tiene que barrer el portal, vigilar quien entra y sale, cuidar el ascensor, decir a los señores con respeto “buenos días, buenas noches, lo que usted mande”. Esas cosas, ya sabes. Así que nos vamos.


El pueblo se enteró de que se iban porque en la puerta de la carpintería había clavado una tabla que ponía: “Se bende”. Cuando pasó por allí el maestro don Eulogio protestó: “Corregid la ortografía. Luego los niños lo ven y escriben mal las palabras”,


Lo que obligó a Martín, el Gubia, a cambiar el anuncio y escribir: “Se vende varato”.


Así quedó. Sin más. Aunque don Eulogio, al verlo, agitaba la cabeza y repetía que “la gente sin escuela…”. Así quedó. Para qué darle más vueltas.


Al cabo de tres semanas vimos irse a la familia de Martín Resmas. El padre, la madre y Lino, mi amigo. Con sólo un par de maletas y cuatro bultos. Así, ligeros de equipaje, emprendieron el camino a la ciudad, masticando emociones contrapuestas. La pena de abandonar sus raíces y la ilusión y el sueño de mejorar sus vidas. Los muebles los habían dejado en el pueblo. La casa cerrada. A Martín le habían ofrecido piso amueblado mientras durara el trabajo. Así que no era necesario cargar con camas, sillas o mesas… Pero el padre de Lino no olvidó llevarse consigo las herramientas básicas de la carpintería. Eran su todo, su vida, su pan.


Sentí muchísimo que Lino se fuera de nuestro pueblo. Muchísimo lo sentí, ya digo. Lloró mi corazón. Y mis ojos. Había perdido a un amigo. Él iba a descubrir otros mundos fuera del suyo, a conocer otras ciudades, a vivir otra vida, a pisar asfalto caliente.


Y, aquí, en tierra, sin salir del horizonte del maíz y la patata, de los brezos y lo tojos, de la landa y el prado, de los cielos húmedos y nublos.


El destino lo quiso. Años después coincidí con Lino, ya un hombre. Me contó, entre otras cosas, cómo la familia se había acoplado bien, no sin sacrificios, a la nueva vida.


Pero añoraba el pueblo, sus calles estrechas, sus gentes, su silencio, sus paisajes, sus encinas y serbales. Añoraban, día y noche, la matanza, el mondongo, los amigos, los muertos.


-¡Ah, sus muertos!


Me explicó cómo en la portería su padre mataba la soledad de tantas horas cincelando carros, bieldos, trillos, arados en miniatura, carracas y hórreos. Luego los exponía y vendía con gran éxito. De ahí que Lino montara una fábrica de juguetes de labranza aprovechando la herencia paterna.


-¡Y el negocio no puede ir mejor! –repetía feliz y satisfecho.


-Me alegro, Lino.


Y nos despedimos con un abrazo tan fuerte que hizo gemir al viento.


Una de aquellas tardes, cuando fui al pueblo a visitar a mi madre, ésta me comentó que Martín, el carpintero, con su mujer, había vuelto, ya jubilado, a la aldea de su niñez y quería descansar los últimos días de su vivir entre sus gentes y ser enterrado junto a los suyos, llegada la hora. Quería disfrutar de los campos de brezales, de las veredas verdes, del canto de los gorriones, del repique de las campanas de la iglesia donde le bautizaron allá los tiempos.


-Qué será –me dijo mi madre- que donde nacemos, queremos morir, que la mirada del cuerpo nos delata de dónde somos, y el hablar también, que el corazón arrastra hacia la cuna de los besos de la madre!


-Por algo será, madre! –exclamé yo, con la emoción húmeda. ¡Será por algo!

martes, 17 de enero de 2012

ACTIVIDADES PRIMER CUATRIMESTRE 2012

PROGRAMA DE ACTIVIDADES ENERO-ABRIL 2012

Enero

 Festival de Reyes
• Día 6, a las 18,30 horas en la Casa de Cultura, dará comienzo el festival para los hijos de nuestros socios, con diversas actividades lúdicas.
- Durante el festival, como es costumbre, recibiremos la visita de SS.MM. LOS REYES DE ORIENTE, que harán entrega de sus premios a los participantes en el Certamen de Dibujo y Pintura, repartiendo golosinas al resto de los niños presentes.
- Al final habrá chocolatada para todos los niños asistentes.
 Entrega de premios de los Campeonatos Sociales de Otoño
• Día 14 de Enero, sábado, comida de hermandad de los participantes en estos campeonatos.
- Al final de la comida, entrega de trofeos.
- Se entregarán también los premios a los ganadores del Certamen de Fotografía “Santa
Bárbara 2011”
- En el tablón de anuncios se expondrá el menú y el precio para los acompañantes.
Actividad de folklore (Baile, Gaita y Percusión)
• A partir del día 14 continuaremos con estas actividades, todos los sábados.
Invitamos a todos los socios, especialmente a los jóvenes, a participar en ellas. Interesados, contactar con la Junta Directiva.
 Comienzo curso de cocina
• El curso de cocina se desarrollará en la Casa de Cultura del Centro, en horario de 18,30 a 21,00, todos los miércoles a partir del día 25.
Comienzo curso de costura tradicional asturiana
• El curso de costura tradicional, para la elaboración de trajes regionales asturianos, se desarrollará en la Casa de Cultura del Centro, en horario de 17,00 a 19,00, todos los viernes a partir del día 27.

Febrero

Comida de las Aguedas
• Se celebrará el día 3, viernes, a las 14,30 horas.
- Apuntarse en el Bar.
 Carnaval
• Día 11, sábado, ven, participa y diviértete con este apetitoso programa:
- 22:00 horas: Cena de Carnaval (ver menú en tablón de anuncios)
- Concurso de disfraces. Premio para los mejores disfraces, individual y colectivo
- Sorteo de un jamón entre todos los comensales
- Baile
Comienzo de los diversos Campeonatos de Primavera
• A partir del día 17, comienzan todos los Campeonatos Sociales de Primavera, que culminarán el Día del Socio.
- En el tablón de anuncios estarán los diferentes impresos para apuntarse, así como las normas para todas las competiciones.
Entrega de premios del I Certamen de relatos “Centro Asturiano de Valladolid”
• Día 25, sábado, a las 20:00 horas. El programa del acto se comunicará más adelante.

Marzo


Comida homenaje a los Socios Jubilados
• Día 1, jueves, a las 14,30 horas comida homenaje a los socios jubilados (actividad subvencionada por el Centro).
- Apuntarse en el tablón de anuncios.
Jornadas de la Matanza
• Día 10, sábado y día 11, domingo, a las 14,30 horas, celebración de la Jornadas Gastronómicas de la Matanza del gochu. Esta actividad está subvencionada por el Centro.
- En la sobremesa del sábado, actuación típica asturiana, con intérpretes que se comunicarán oportunamente.
- En el tablón de anuncios estará expuesto el menú y el precio.
- Apuntarse en el Bar. Fecha límite: 7 de marzo.
Asamblea General Ordinaria
• Día 25, se celebrará la Asamblea General Ordinaria. Los socios recibirán oportunamente por correo ordinario la citación y la documentación necesaria.
- En esta ocasión corresponde la renovación de Junta Directiva.
- Las candidaturas deberán presentarse por escrito en Secretaría con un mínimo de DIEZ días de antelación a la celebración de la Asamblea, es decir, hasta el 15 de marzo.
 Jornadas Gastronómicas de la Sidra en el Centro Asturiano
• El día 31 de marzo, sábado y el 1 de abril , domingo, celebraremos unas jornadas culturales de la sidra y sus derivados.
- Exposiciones y conferencias.
- Menús Gastronómicos con la sidra como ingrediente.
- Los detalles estarán disponibles en el tablón de anuncios.

Abril

Excursión a Asturias para los colaboradores de la Caseta.
• Fin de semana del 14 y 15 de abril. Se está en fase de organización y con suficiente antelación se comunicarán los detalles.
- Visita(s) cultural(es). Comida(s).
- Espicha en el llagar de FRUTOS, proveedor de sidra en la caseta de Ferias.
- Los no colaboradores también podrán participar hasta completar plazas disponibles y previo abono del precio que se fije.
Jornadas Gastronómicas de les Fabes.
• Días 28 sábado y 29 domingo, celebraremos unas jornadas dedicadas a nuestra más ilustre representante gastronómica en sus diferentes variantes.
- En el tablón de anuncios estarán expuestos los menús y los precios.
Notas:
1.-Consultar noticias de última hora en el tablón de anuncios o en la página web del Centro (http://www.casturva.blogspot.com/)
2.-Todos los socios que quieran colaborar en la confección de la Revista del Centro (el tradicional Boletín) deberán preparar sus trabajos para incluirlos antes del 31 de Marzo de 2012.

sábado, 7 de enero de 2012

Cobro reintegro lotería de Navidad

LOTERIA DE NAVIDAD DEL CENTRO ASTURIANO DE VALLADOLID


Diferentes opciones para el cobro del reintegro de 5 €uros por participación:

Ø Se pueden cobrar presentando las papeletas en la sucursal (183) de CAJASTUR ubicada en la calle Miguel Iscar de Valladolid.
       
Ø Se pueden cobrar presentando las papeletas en la sucursal de CAJASTUR ubicada en la Avenida del Cristo nº 5 junto al HUCA en OVIEDO, agrupando el maximo de papeletas.

Ø Se pueden cobrar presentando las papeletas en la sucursal de CAJASTUR ubicada en la Av. Francisco Cabrera nº 2 en CABAÑAQUINTA.

Ø Se pueden cobrar presentando las papeletas en el RESTAURANTE-CAFETERIA COVADONGA DE PANES.

Ø Si el propietario es titular de una cuenta en CAJASTUR, acudir a la oficina donde tiene la cuenta, y entregar las papeletas en un sobre con el nº de cuenta y que lo envíen a través de VALIJA a la oficina 183 (Valladolid), y cuando llegue aquí se lo abonan en su cuenta por el valor de las papeletas recibidas.

Ø También nos puede enviar a través del correo normal ó certificado las papeletas y dentro del sobre un nombre y un nº de cuenta de cualquier entidad financiera, al Centro Asturiano de Valladolid c/ Corregidores, s/n  47009      -VALLADOLID y tan pronto las recibamos, le realizamos el abono en la cuenta que nos envían por el valor de las papeletas recibidas.